Por todos es conocido que los ojos de gallo son unos molestos callos que salen entre los dedos o en los laterales, ya que el roce con zapatos excesivamente estrechos provoca que se endurezca la piel.
El uso de un calzado adaptado a la anchura de nuestros pies es fundamental para evitar la aparición de ojos de gallo y otros callos en los pies. Además, con el uso inadecuado de calzado se favorece la aparición de otras enfermedades en los pies, como son los juanetes, dedos de martillo....
Nuestros podólogos especializados corregirán sus ojos de gallo a partir de la correcta exfoliación de los mismos y el cambio de calzado por aquellos que se adecuen en mejor medida a sus pies. Recuerde que nuestro centro se encuentra en Zaragoza y que le ofreceremos tratamientos podológicos en función de sus dolencias y necesidades.